El autoestima es ese amor profundo que podemos sentir hacia nosotras mismas, es también la capacidad de aceptarnos, admirarnos y sentirnos orgullosas de quienes somos en este mundo.
Es normal que este sentimiento varíe, a veces podemos sentirnos muy alegres con nosotras mismas, por ejemplo, y en otras situaciones pensar lo contrario. La realidad, es que nadie posee una autoestima elevada constantemente, este sentimiento es naturalmente flexible, cambia y nosotras podemos aprender progresivamente a regularla evitando los estados extremos que nos pueden llevar a sentirnos muy ansiosas, tristes o incluso molestas con nosotras mismas.

Este amor propio se empieza a formar desde que estamos pequeñas, se alimenta inicialmente de las relaciones que establecemos con quienes nos cuidan en nuestra infancia y adolescencia.
Tu Historia de Amor
Acá tu historia de amor no se refiere a las relaciones de parejas que has tenido, sino a la historia de las relaciones que tu niña y adolescente del pasado les tocó vivir con quienes las cuidaban.
Es normal que hayas tenido experiencias positivas y alegres con quienes estaban a tu alrededor, así como vivencias más difíciles y complicadas, sin embargo, a veces estas experiencias pasadas pudieron haber sobrepasado tu capacidad mental, física y emocional, y haber dejado heridas en ti que necesitan ser atendidas y sanadas.
Por ejemplo, cuidadoras/es que nos brindaban experiencias de seguridad y confort nos pudieron haber enseñado con sus actos y palabras a sentirnos seguras con nosotras mismas, sin embargo las experiencias de crítica negativa, exigencia o desregulación emocional de las/os adultas/os, por ejemplo, nos pudieron haber conducido a sentirnos insuficientes, tontas o no dignas de ser amadas.

La Relación Contigo Misma
Tu historia de amor y todas las experiencias en ella, influyen en la forma en como te relacionas actualmente contigo misma, la manera en que te hablas, te piensas, te juzgas, te criticas, te valoras, te admiras y te aceptas. Dicha influencia, puede ser consciente e inconsciente.
Muchas veces sabemos el origen de esas frases que nos decimos: "lo vas a lograr, así me decía mi madre", "estoy orgulloso de ti, me lo decía mi padre", "no sabes hacer nada, me repetían", "las/os demás son mejores que tú, me replicaban". En otras ocasiones, no sabemos de dónde provienen esas creencias sobre nosotras, esos sentimientos que nos hacen pensar que no valemos, que nunca somos suficientes, que las/os demás son mejores que nosotras, éstas son algunas señales de que guardamos vivencias inconscientes muy dentro de nosotras que necesitan ser exploradas y trabajadas, para que dejen de tener una influencia negativa o limitante en nuestro camino de vida.

Tu Relación con la Cultura
En ocasiones, no es fácil para nosotras las mujeres sentirnos a gusto con nuestras decisiones, ocupaciones, actos e incluso nuestros cuerpos, ya que algunas culturas aún conservan tradiciones machistas, prácticas sexistas, así como estereotipos de belleza impuestos que pueden limitar el desarrollo saludable del autoestima de niñas, adolescentes y mujeres.
Todo esto se puede reflejar en patrones de crianza recibidos, educación escolar, dinámicas laborales, prácticas de grupos sociales, medios de comunicación audiovisual y escrita, así como en el contenido publicitado en redes sociales.
